Este proyecto nace del traslado de el colegio antes ubicado en un antiguo convento en la Zona de Gran Avenida. El traslado se efectúa hacia un gran terreno con un edificio industrial sin uso el que se transforma y remodela para ser usado como colegio e internado para niños ciegos y con discapacidad visual. Posteriormente a esto se habilitó y amplió un antiguo galón para destinarlo al gimnasio. El revestimiento de las construcciones en este conjunto es de fibrocemento en planchas de diferentes colores intensos con el fin de ayudar el reconocimiento por los alumnos.